Los profesores Iñaki
Piñuel y Zabala y Araceli
Oñate han descrito hasta 8 modalidades de acoso escolar, con la siguiente
incidencia entre las víctimas:
- Bloqueo social (29,3%)
- Hostigamiento (20,9%)
- Manipulación (19,9%)
- Coacciones (17,4%)
- Exclusión social (16,0%)
- Intimidación (14,2%)
- Agresiones (13,0%)
- Amenazas (9,1%)
Bloqueo
social
Agrupa las acciones de acoso
escolar que buscan bloquear social mente a la víctima. Todas ellas buscan
el aislamiento social y
su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.
Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño social mente entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al niño desencadena social mente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.
Hostigamiento
Agrupa aquellas conductas de
acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico
que manifiestan desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el
menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la
imitación burlesca son los indicadores de esta escala.
Manipulación
social
Agrupa aquellas conductas de
acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y
“envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen
negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se cargan las
tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha
dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para
inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social
de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera
involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe,
incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.
Coacción
Agrupa aquellas conductas de
acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad.
Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y
un sometimiento total de su voluntad.El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblega miento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.
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